Sí, en este diseño de 1998 para una novela de Aira cometí el pecado de poner abejas en un libro llamado La abeja. Es que la idea de una abeja despegando cuando las demás están caminando sobre la superficie de la tapa me sedujo en su momento...
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Hace 11 meses
1 comentario:
Levemente sobria para un texto tan absurdo... Buen contraste! Muy inquietante la abeja que despega-
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